lunes, 24 de noviembre de 2014

Navaja de Occam

La navaja de Occam es como se conoce a un principio filosófico descrito por primera vez por Guillermo de Occam a principios del siglo XIV. El concepto que describe es tan simple como revelador: ante dos posibles hipótesis para explicar un suceso, es mucho más probable que la más sencilla sea la correcta y no la más compleja. Gracias a este concepto, Occam “afeitó las barbas de Platón”, eliminando de su sistema filosófico multitud de entidades e idas innecesarias, ya que únicamente daban complejidad a algo que se podía explicar de un modo más sencillo.

Este principio es usado por los ateos para rechazar la hipótesis del Dios Creador en favor de la evolución natural: si un Dios perfecto hubiese creado el Universo entonces tanto el Universo como sus componentes serían mucho más simples.

En cualquier caso, la navaja de Occam es un principio que es frecuentemente utilizado fuera de la ontología, como en la filosofía de la ciencia para establecer un criterio de selección entre teorías con igual poder explicativo.
Ya que en ocasiones a la navaja de Occam se le llama el principio de simplicidad, algunos creacionistas de mente simple sostienen que la navaja de Occam puede ser usada para defender al creacionismo contra la evolución. Después de todo, suponer un Dios que lo haya creado todo es mucho más simple que la evolución, la cual es un mecanismo muy complejo. Pero la navaja de Occam no dice que la hipótesis más simplona sea la mejor.



En mi opinión la navaja de Occam , es una buena posibilidad para elegir entre distintas hipótesis.

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